Pastel de langostinos

En mi casa gusta mucho mas lo salado que lo dulce y para celebrar algo me estoy animando a crear un repertorio de pasteles salados.

Este pastel de langostinos no tiene ningún misterio pues no es ni mas ni menos que una ensaladilla rusa en cuyos ingredientes se incluyen langostinos.

El primer pastel de langostinos que probé, hace años cuando la celiaquía no formaba parte de nuestra familia, era comprado y... ¿queréis creer que no me gustó? Se había montado con bizcocho y no me causó buena sensación.

Luego probamos otros en el que los niños eran los que no aprobaban por su alta composición en alcaparras y pimientos asados.

Así que lo mejor es una ensalada de patata y mahonesa al gusto del comensal. ¿Imagináis la de combinaciones de pasteles salados que podemos hacer?




Mi ensaladilla rusa:

Patatas cocidas troceadas a tamaño pequeño.
Huevos cocidos (las yemas las reservo aparte para la decoración de los laterales del pastel)
Zanahorias cocidas troceadas a tamaño pequeño
Aceitunas rellenas de anchoas
Un puerrito pequeño muyyyy troceadito.
Parte de los langostinos troceados.
2 latas de atún al natural bien escurridas
Mahonesa casera (si se compra hay que tener cuidado que no lleve gluten).

Se hace una ensaladilla rusa al modo que nos guste ó la tradicional de nuestra casa y se echa en un molde de pastelería de los que tienen los bordes desmontables. Presionamos bien para que quede la forma bien firme y guardamos en la nevera unas horas.



Para la decoración:

Desmoldamos el pastel quitando los laterales del molde pero manteniendolo sobre el plato original. Este mismo plato se pone sobre otro mas bonito. No podemos sacarlo del plato del molde porque se desmenuzaría.

Con una espátula de cocina se recubre el pastel con mahonesa.
Se disponen con estilo los langostinos por cima del pastel.
Se desmenuzan las yemas que tenemos cocidas y reservadas y se van pegando, con una espátula y paciencia, por alrededor del pastel.

Los langostinos no deben quedar al aire porque correrían el riesgo de estropearse así que les hacemos una "conservación en vacío" con gelatina.

Hidratamos dos láminas de gelatina en un vasito de agua y terminamos de disolver con un minutillo de microondas. Luego, ayudándonos de una brocha, untamos bien los langostinos con esta gelatina.




Espero que os guste,

Lourdes